En una tarde soleada, el padre y su hija estaban caminando por el bosque. Terminaron de compartir una botella de limonada, se levantaron y fueron, olvidándose la botella en el suelo. La botella permaneció allí, las hojas y las piñas de los árboles cayeron sobre ella, la tierra la ensució, más tarde fue cubierta por la nieve, y luego fue lavada por la lluvia.Andando el tiempo, sólo una pequeña parte de la bottella brillaba sobre las hojas.

Varios años más tarde, el verano resultó ser particularmente cálido y seco. Las hojas crujían y se quebrajeaban, las ramitas se partían cuando los caminantes pisaban sobre ellas; y más aún, las hojas de los árboles se fueron tornando amarronadas. No hubo lluvia por un mes, y la humedad estaba particularmente baja. El bosque se convirtió en un yesquero. Un diminuto rayito de sol penetró la densidad del bosque, alcanzó el filo de la botella y el vidrio amplificó el calor de la luz sobre las agujitas de pinos que yacían bajo ella. El calor ocasionó que las agujas ardieran en llamas. El aire y el combustible estaban tan secos, y la basura en el piso estaba tan poco compactada, que el aire, humo y gases que se elevaban de las llamas se desparramaron rápidamente. Estas brincaron hacia las deshidratadas ramas y hojas sobre los árboles y saltaron de un árbol al siguiente. La fuerte brisa arrastró las llamas. Había nacido un incedio forestal.

Los incendios son lo que devoran.
Los incendios forestales se expanden en tres formas diferentes, dependiendo de la ubicación de los combustibles vegetales. Los fuegos superficiales queman las plantas y arbustos que yacen cerca del suelo (más o menos hasta la altura de la cintura de un adulto) y la basura y desechos que se acumulan en el suelo. Los incendios de corona se mueven a través de la copa de los árboles. Estos incendios se mueven a gran velocidad, siendo los más rápidos para expanderse y los más dramáticos de todos los incendios forestales. Cuando los vientos son fuertes, estos incendios pueden quemar a través de las copas de los árboles a velocidades de 16 kph o aún más! (Nota: Los velocistas más rápidos del mundo corren a 34 kph, mientras que los mejores maratonistas lo hacen a un promedio de 21kph) Los incendios terrestres trabajan metódicamente. Se arrastran sobre la basura superficial, consumiendo los materiales orgánicos muertos o en descomposición, moviéndose lentamente, sin resultar muy espectaculares. Generalemente se originan en fogatas de campamentos y quemán a través de las raíces de árboles muertos, apareciendo en la superficie en diferentes puntos al mismo tiempo. Son extremadamente destructivos y los más difíciles de tracear y controlar. Por supuesto, la mayoría de los inciendios son mezclas de los tres tipos, y se mueven siguiendo patrones y direcciones impredescibles mientras el clima cambia o no se quedan sin combustible para quemar.

Lo que pasa alrededor...
El bosque por el cual la niña y su padre caminaron ese cálido y seco verano, fue destruido por un incendio. La gente iba al borde del bosque y observaba. El suelo era color cenizas, y los árboles eran sólo troncos renegridos. No veían ni plantas, ni flores, ni hojas verdes o pájaros, ni siquiera sufrían a los molestos mosquitos. La gente miraba y meneaba su cabeza, algunos hasta lloraban. "El bosque está muerto", se decían, y luego se alejaban, buscando otro lugar donde pudieran disfrutar de la naturaleza.

La gente no podía ver el trajín de vida que yacía debajo de la achucharrada superficie. El bosque no se había muerto. El suelo aún estaba allí, y todos las materiales quemados lo estaban haciendo aún más rico. Dentro del primer mes después del incendio, las gramillas y las plantas comenzaron a asomarse sobre las cenizas, y los pájaros y otros pequeños animalitos encontraron comida y material para construir sus nidos y casas entre los desechos. Las semillas, protegidas del fuego dentro de los conos o en lo profundo del suelo, cobraron vida nuevamente.. La lluvia volvió y las regó nuevamente. Con todos los árboles altos idos, el sol pudo alcanzar el suelo, dando vida a miles de semillitas, que no hubieran sobrevivido en las oscuras sombras del viejo bosque. Un gran variedad de especies de árboles, ávidos de luz y rápidos para crecer, como los arbustos de moras negras y zarzamoras, crecieron con lozanía en las nuevas condiciones; mientras que los árboles con copa, más lentos en su creciemiento todavía eran escasamente encontrados. Con el paso de los años, las semillas se conviertieron en vástagos, árboles jóvenes de la altura de los humanos. La gente comenzó a volver al bosque. Los vástagos se transformaron en árboles altos con frondosas copas o gruesas capas de agujas de pino. Nuevamente, el suelo estaba en sombras. Las plantas y árboles que preferían las sombras por fin tenían su momento para crecer. Con el paso de décadas, ellos crecieron para dominar el bosque, porque los árboles necesitados de luz no pudieron soportar las nuevas condiciones. La gente que caminaba a lo largo de los oscuros senderos pensaba que el bosque era antiquísimo.

Luego, una tarde soleada de primavera, el padre y su hija fueron a caminar en el bosque. Cuando terminaron de compartir una botella de limonada, dejaron la botella en el suelo, al lado de una roca que los había protegido mientras descansaban.

Preguntas de Repaso

1. Describa 3 formas en las que se esparce un incendio forestal.
2. Ha ocurrido un incendio forestal. Dibuje en un diagrama circular lo que posiblemente suceda hasta el próximo incendio.
3. ¿Qué condiciones pueden presentarse inmediatamente antes de un incendio forestal?

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